Continúa la línea

Lees tan rápido

que no te enteras.

Estas mirando rápido,

obviando la palabra clave

que aporta la información,

“relevante”…

¿Percibes algún mensaje?

¿Escuchaste repetidas frases?

¿Acaso entendiste la traducción

que hizo tu mente?

Relee el contenido,

todo lo demás es solo ruido…

El rocío

Al despertar esa mañana
no podía creer lo ocurrido.
Pareciera un sueño, o quizá…
Un pasatiempo del destino.
Sentí la humedad, el frío
y hasta un leve zumbido…
Mi cabeza embotada trataba
de asimilar lo acontecido.

¿Fuiste tú, esa persona
que se metió en mis latidos?
Me quedé sin aliento
después de ese beso mudo.
Por más que lo piense,
de otro modo no pudo haber sido…
Porque yo sigo aquí
y tú; ya te has ido.

Un nuevo suspiro de aire fresco

De forma sutil he reconocido otra nueva entidad en esa persona.

Quizá es la emoción de un nuevo conocimiento, quizá lo idóneo del momento.

Qué absurdez de expectativa malsana; que elimina con total obscenidad cualquier síntoma de creencia orgánica de lo que bien pudiera ser, en realidad, un vínculo completamente natural y genuinamente puro…

No lo contemplaría como una decepción, ni tampoco como algo premeditado. Si no; tal vez, como suceso irremediablemente caprichoso.

Pero así y todo, ya sabiendo que escapa de cualquier fuerza racional de control. Existe otra fuerza diametralmente opuesta y de igual magnitud, que opera de tal forma que me obliga a indagar hasta el final… ¿hasta dónde seré capaz de llegar?